miércoles, 31 de marzo de 2010

Breve Historia del Barbershop (Parte 1)

Leí una vez (ya no recuerdo dónde) que el barbershop se originó en Iglaterra a mediados del Siglo XVIII. Afirmar ésto sería como negar la teoría de la evolución de Darwin (sin querer ofender a los que la niegan, pero...). Es decir: no hubo un momento en que el barbershop fue creado, sino que es el resultado de distintas vertientes que confluyeron en una zona más o menos determinada en un tiempo más o menos determinado.

Claro que la costumbre de hacer música en las barberías de la Inglaterra Isabelina ha tenido que ver en la evolución de la música, pero si jugáramos al juego de "cuándo se originó tal cosa", nos veríamos obligados a retrotraernos al Big Bang. Y ni siquiera sabemos a ciencia cierta si hay algo antes o no. Como sea...

Ya aclarado este punto (que no sé si necesitaba ser aclarado), volvamos sin embargo al siglo XVIII, ya que es una historia interesante. En esa época la barbería no era sólo un lugar para arreglarse el pelo, sino también un dentista y cirujano menor. Los miembros de las clases más bajas que no podían acceder a un médico, acudían al barbero para sangrías y cosas por el estilo.

Los clientes de una barbería de hoy en día están acostumbrados a tener algún material de lectura, como revistas, para leer mientras esperan su turno de ser afeitados. Puede que algunos lugares tengan incluso una radio, o un televisor para ayudar a amenizar la espera del cliente. En aquella época, el establecimiento de un barbero era un lugar de reunión para la gente del pueblo, que a menudo tocaba instrumentos y menos frecuentemente cantaba mientras esperaba su turno.

En Estados Unidos, el estilo que hoy conocemos como Barbershop tiene a grandes rasgos (y teniendo en cuenta toda la perorata que me mandé antes) dos orígenes: uno son los grupos de "familias cantantes" europeas que a mediados del s.XIX hacían giras por el país, inspirando a los locales a imitarlos. Los inmigrantes trajeron al nuevo mundo un repertorio musical que incluía himnos, salmos, y canciones folclóricas. Estas canciones simples eran a menudo cantadas a cuatro voces con la melodía en la segunda voz. A su vez, esto sigue un patrón de muchos himnos tempranos de EEUU, escritos para mujeres y hombres, en los que la melodía era cantada por los hombres.

Otro muy importante es la música afroamericana. Los Minstrel Shows (grupos de artistas ambulantes) de mediados de 1800 a menudo consistían en cuartetos de hombres blancos pintados de negro (mas tarde negros de verdad) que, cantando contra una cortina mientras los ayudantes preparaban el escenario para el siguiente acto, interpretaban canciones y escenas basadas en una visión idealizada de la vida en la plantación. Estas melodías populares eran tonadas sencillas con letras sentimentales y la armonía era por lo general improvisadas. Había muy poca música impresa para instruir a los cantantes de cantar las notas 'correctas', por lo que ellos cantaban lo que sus oídos “querían oír”.

Cuando los Minstrel Shows fueron reemplazados por el igualmente popular Vaudeville, la tradición de la armonía cerrada en cuarteto quedo, a menudo como un entreacto.

Muchos de los cuartetos populares de la época eran los afroamericanos, que se atrevieron a experimentar y agregaban notas no convencionales para los tradicionales acordes de tres voces, a pesar de las objeciones de los puristas que declaraban estas disonancias como inaceptables en la música vocal. Estos excitantes sonidos, especialmente el de la séptima menor, se convirtieron en la firma de la armonía barbershop.

Entre estos cuartetos podemos nombrar a The American Four, y The Hamtown Students. La influencia africana es particularmente notable en la naturaleza improvisadora de la armonización, y la flexibilidad de la melodía para producir armonías en swipes y snakes (literalmente golpes y serpientes, se refiere a efectos característicos del estilo musical popular). Los cuartetos negros eran comunes en lugares como Joe Sarpy's cut rate Shaving Parlor en St. Louis, o en Jacksonville, Florida, donde el historiador negro James Welden Johnson escribe, "cada barbería parecía tener su propio cuarteto"

El estilo adquirió de forma no oficial el nombre de barbershop cuando fue publicada la canción "Mister Jefferson Lord, play that barbershop chord." Con el cambio de siglo se podía escuchar a cantantes amateurs, casi siempre hombres, improvisando armonías barbershop en fiestas y picnics.

Hoy estamos acostumbrados a recibir toda forma de música en todo hogar en forma de cd, radio, video, internet, etc. A principios de 1900, la música popular dependía de las ventas de partituras al publico en general. Entre los compositores más destacados de la llamada Era de Tin Palley Alley se encontraban Harry Von Tilzer, George M. Cohan, Ernest Ball e Irving Berlin. Algunos cuartetos de esta época (The Peerless, American, Haydn, Shannon Quarttets y el Avon Comedy Four) eran las máximas estrellas del momento.

Distintos factores coincidieron para que los cuartetos amenazaran con desaparecer. Algunos fueron técnicos, como el cambio en las técnicas de grabación y el desarrollo de los micrófonos, dando paso a la aparición de los cantantes solistas, comúnmente denominados crooners. A su vez, el jazz se estaba volviendo más popular, con la consiguiente proliferación de big bands, y los compositores tendían a usar el acorde menor con séptima menor. Estas nuevas tendencias afectaban a las melodías populares de entonces, haciéndolas más difíciles de armonizar. También hubo cambios sociales, como el reemplazo de las pianolas por la radio, la expansión del uso del automóvil, que ayudó a extender los intereses de la gente más allá de sus hogares y finalmente la Gran Depresión hicieron que la música barbershop cayera en el olvido.

(Continúa en la segunda parte...)

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